Ahora que llega el calor y los sudores empiezan a apoderarse de todos nuestro sueños, los estómagos comienzan a encogerse y lo único que apetece son bebidas fresquísimas y comidas ligeras, ácidas, aromáticas y refrescantes para combatir unas temperaturas que, por lo menos en Madrid, incluso impiden pegar ojo por las noches. Por eso he